Tecnología Médica
Cirugías robóticas con DaVinci
Desde marzo de 2015, los afiliados se benefician con procedimientos mínimamente invasivos en Ginecología, Urología y Cirugía General gracias al Sistema Quirúrgico Da Vinci.
El principal objetivo de la cirugía robótica es favorecer a los pacientes y al médico ya que se asegura la capacidad resolutiva de los procedimientos a través del uso de la tecnología que se tiene a disposición.
En el Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín, el Sistema Quirúrgico Da Vinci se lo implementó hace tres años. Actualmente 11 médicos cirujanos de los servicios de Ginecología, Urología y Cirugía General están acreditados para realizar intervenciones quirúrgicas.
Da Vinci está compuesto de una consola ergonómica desde la que el cirujano opera sentado y que se encuentra en el mismo quirófano. Consta de una torre de visión (formada por controladores, vídeo, audio y proceso de imagen) y el carro quirúrgico que incorpora tres o cuatro brazos robóticos interactivos controlados desde la consola, en el extremo se encuentran acopladas las distintas herramientas que el médico necesita para operar: bisturís, tijeras, cámara endoscópica de alta definición, etc.
Una operación con el Sistema Quirúrgico Da Vinci es mínimamente invasiva, es decir que se realizan pequeñas incisiones por donde se introducen los instrumentos, que incluye la cámara endoscópica de alta definición. Está diseñado para trabajar en suturas, disecciones y técnicas de manipulación de tejidos.
El uso del Sistema Quirúrgico Da Vinci beneficia al paciente por ejemplo: menor tiempo quirúrgico, menos posibilidades de complicaciones, estancia hospitalaria reducida y una reinserción a sus actividades diarias en menor tiempo.
Mientras que para el médico representa una garantía en la precisión de los cortes que realiza, reduce el temblor innato de la mano, le permite tener una imagen 3D aumentada (en 15 veces, aproximadamente) por lo que le es posible hacer una discriminación eficaz entre órganos o tejidos y puede realizar movimientos de rotación superiores a los 360 grados.
El equipo médico del HCAM que opera el sistema Da Vinci se capacitó en Colombia, Argentina y Estados Unidos, cumpliendo con el número de horas que certifican su experticia en el manejo y operación de este equipo, lo que garantiza el éxito de las intervenciones quirúrgicas que aquí se realizan, lo que ha permitido que hasta marzo de 2018 se realicen 1.121 intervenciones quirúrgicas.
Para su adquisición el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), invirtió aproximadamente 5 millones de dólares. En cada cirugía el HCAM ahorra entre el 20 y 25% del costo que tendría una cirugía abierta o laparoscópica.
Una operación de este tipo puede costar 20 mil dólares.
Con profesionales del más alto nivel y tecnología de punta, el HCAM ratifica su compromiso de servicio a la comunidad.
Braquiterapia: Un tratamiento oncológico mínimamente invasivo
La Unidad de Radioterapia del Hospital de Especialidades Carlos Andrade Marín (HCAM), dispone del servicio de braquiterapia para el tratamiento de tumores ginecológicos, una técnica de radioterapia moderna y de tecnología de punta, única a nivel de la Red Pública Integral de Salud.
Este procedimiento consiste en la colocación de fuentes de radiación en contacto o en el interior del tumor, asegurando altas dosis dentro del mismo y bajas dosis en los órganos adyacentes. “Al exponer al tumor a dosis altas de radiación, se produce un daño tal, que ocasiona la desaparición o necrosis del tumor”, afirma el Dr. Darío Sarasti, Jefe de la Unidad de Radioterapia del HCAM. Con esto se incrementa el control sobre la enfermedad, la sobrevida de los pacientes y menores secuelas del tratamiento.
La braquiterapia se utiliza en el tratamiento de patologías ginecológicas como cáncer de cuello uterino, cáncer de vagina, cáncer de endometrio, cáncer de vulva por la alta incidencia que tienen en nuestra población; pero también se puede aplicar en casos de cáncer de mama, cáncer de próstata, tumores esofágicos, tumores de vías biliares, tumores de bronquios, entre otras patologías.
La implementación de esta técnica comprende un recurso humano multidisciplinario, infraestructura con espacios blindados y equipamiento de alta tecnología. Durante el procedimiento intervienen un médico especialista en radioterapia, un físico médico, un médico anestesiólogo, una enfermera y una auxiliar de enfermería. En cuanto a los equipos, esta área tiene un radioquirófano, donde se encuentra la Unidad Integrada de Braquiterapia (IBU), que consta de un dispositivo Arco en C con camilla, el equipo Microselectron HDR con la fuente radioactiva y los aplicadores.
Este equipo es controlado desde una sala de mandos, en la cual está el sistema de planificación del tratamiento, donde el médico y el físico hacen ajustes para mejorar la dosis personalizada de radiación para cada paciente en el sitio exacto del tumor.
El procedimiento toma alrededor de dos horas y media, cada usuaria de braquiterapia ginecológica puede recibir de tres a cinco sesiones. En el área se atienden de dos a tres pacientes diarios.
Esta técnica fue implementada en el HCAM desde julio de 2016 y hasta lo que va de este año se han realizado 586 procedimientos.
La programación de la braquiterapia ginecológica la determina el médico, en la valoración inicial. En la primera consulta, se analiza el tipo de tumor, la localización, el tamaño, las características de la paciente, la enfermedad que haya tenido y la etapa en la que se encuentre. En base a estos datos, se hace un plan de tratamiento, que puede ser radioterapia como único tratamiento, radioterapia externa más braquiterapia o solo braquiterapia como tratamiento exclusivo.